martes, 15 de abril de 2014

((Fan Fic WonKyu )) - L U C I F E R - Capítulo II

Otra vez aquí, pero ahora se trata de una actyualización de LUCIFER, he estado pensando mucho  en esta historia, parece que incluira mucho personajes.  Es la primera vez que escribo algo de fantasia así que espero lo esté haciendo bien.








L U C I F E R
Capitulo II

Hace muchos miles de años, antes de que la tierra fuera tierra y la humanidad la habitara. Una guerra se llevó a cabo en el reino de los cielos. El Arcángel Miguel fue el encargado de expulsar a Lucifer y un grupo de ángeles rebeldes que se alzaron ante el poder divino de Dios, impidiendo que nunca más regresaran al paraíso.

Pronto el ángel caído se convirtió en el amo de las tinieblas, estableciendo su reino en las profundidades de la tierra. Luego de ser expulsado su corazón ennegreció y albergo en él  todos los sentimientos negativos que cualquier ser pudiese experimentar. Así pues, organizó al inframundo en siete distintos niveles, dejando a sus hombres de mayor confianza a cargo de cada uno. De algún modo realizaba el trabajo “sucio” al recibir en sus terrenos a todas aquellas almas pecadoras.

A lo largo de la historia estuvo presente en el universo terrenal, manifestándose a veces en animales u otras como un simple humano. Se permitía el lujo de convivir con los mortales. Muy a diferencia de la leyenda que lo rodeaba en la cual se le describía como una bestia con cuernos y similar a un minotauro, en realidad, él y los otros seis príncipes del infierno eran dueños de  una extrema  y casi perfecta belleza, todos alguna vez fueron ángeles y poseían esa virtud que se conservaría por toda la eternidad. Más importante aún, en su interior…muy en el fondo sobrevivía ese sentimiento que ni la soberbia, ni el exilio había logrado extinguir.

El amor.

. . .


Al llegar a su departamento se deshizo del saco gris Oxford que llevaba puesto, aflojó la corbata color borgoña y quitó las mancuernillas de los puños de la camisa. Suspiró con fastidio, adoraba vestirse bien, pero no dejaba de molestarle tener que vestir tan formal en algunas ocasiones. Se acercó al mini bar y descorchó una botella de Cabernet, vertiendo el líquido en una elegante copa.  
Se deslizo con pasos cautelosos por la sala de estar hasta llegar a su sofá, se sentó y bebió un poco de su vino.

-¿A qué has venido? –Preguntó en voz alta.
-¿Le has visto? -Una voz con eco se escuchó por el pasillo.
-Ajá, pero no sé a qué viene todo ese interés. –Después de terminar la pregunta una sombra apareció delante de él.
-Dime, ¿es guapo?
-Supongo… -Encogió sus hombros restándole importancia al comentario y dio un nuevo trago al vino. –No es mi tipo, se ve tan… ¿angelical?
-Imagino que es un requisito para estar allá arriba.
-¿Vas a decirme lo que quieres con ése o  no? –La sombra se acercó un poco más hasta que una tenue luz que se colaba por la ventana iluminó su rostro.
-No creo que sea asunto tuyo, pero si quieres puedo mostrarte. –Dio un par de pasos más para estar justo delante del chico que estaba sentado. Con sus varoniles dedos sujetó la  delicada barbilla del otro levantándola para mirarlo fijamente. Se inclinó hacía el uniendo su nariz a la suya.
-Te he dicho que no me gusta que me trates así. –Dijo mientras se escapaba de la mano que lo sostenía.
-¡No me vengas con eso, hemos hecho cosas peores!
-Sí, pero incluso nosotros podemos arrepentirnos. Aún si somos lo que somos, te parece normal que un padre tome a su hijo.
-Me parece delicioso y sé que tú piensas lo mismo.
-¡BASTA!
-Para ser un demonio que se alimenta de sexo no haces un buen trabajo, hermanito. –Una nueva voz se unió a la conversación.
-De verdad no puedo tener privacidad siquiera en este mundo, si planean hacer una reunión familiar háganla en sus propias casas y a mí no me vengan a joder con sus tonterías.
-Tranquilo…deberías estar contento de que al menos nosotros te soportamos. –Un pelirrojo de facciones delicadas y casi afeminadas apareció sentado junto a él.
-Hee, para con eso, no queremos que nuestro pequeño se moleste. –El pelirrojo se puso de pie y fue al mini bar para servirse una copa de vino.
-Lo consientes demasiado, por eso se porta así. Pensé que ese era mi papel en esta familia.
-¿De verdad piensan quedarse aquí? Por qué si es así, me voy… no tengo ganas de escuchar a ninguno de los dos. –Un humo negro se extendió por su cuerpo y el castaño desapareció para aparecer de nuevo en la calle vestido ahora con unos pantalones y camiseta casuales.




. . .




Estaba seguro, sabía lo que tenía que hacer, pero… ¿cómo? Rascó su cabeza, cuando se ponía nervioso la comezón lo invadía y en ese momento, estaba nervioso. Mucho.

Tranquilízate Siwon, no debe ser muy difícil… sólo hay que encontrar un hotel y pedir una habitación, sólo eso.

Sí, los ángeles eran seres de suma inteligencia, sin embargo no todos los días viajan a un universo que no es el suyo y se ven en esas situaciones. Decidió seguir caminando hasta que se encontrara con un hotel.
¿Por qué y qué estaba haciendo ahí? Desde lo lejos pudo ver que el ángel no tenía ni idea de dónde estaba parado, pensó que en cualquier momento entraría en pánico, sería gracioso verlo gritarle al cielo en busca de alguna respuesta y él estaría ahí para cuando ese momento llegara. Aun así le preocupaba el verlo tan angustiado, a pesar de que su cara no lo expresaba era fácil adivinar que en su interior el terror lo mataba.   


Hasta los demonios tenemos un lado bondadoso ¿no?


Comenzó a seguirlo, iba algunos metros detrás de él para que el otro no sintiera su presencia, Se fijó entonces en su cuerpo que estaba envuelto por un sencillo pero elegante suéter blanco de cuello redondo, su cabello negro estaba perfectamente peinado levantando un discreto copete a su lado derecho. El castaño metió sus dedos entre su cabello, definitivamente era mucho más largo que el del ángel. De nuevo puso atención a su cuerpo, su espalda era ancha, y se podía notar lo fuerte de sus brazos bajó un poco más la mirada hasta encontrarse con su cintura tan delgada que contrastaba y hacia lucir mucho mejor su parte superior. Se mordió el labio cuando sus ojos se encontraron con su trasero tan redondo y perfecto, se preguntó si era el efecto de los pantalones negros que llevaba o si en realidad estaba tan bien formado.

Negó con la cabeza, sabía o más bien creía que aquel suculento muchacho no entraba en lo que él consideraba “su tipo” durante siglos se alimentó de cuerpos femeninos como bien había dicho su hermano mayor. La vida de un incubo podía ser atractiva para cualquier otro demonio o para los humanos, colarse en las habitaciones de cualquier mujer que deseara y poseerla. Sin embargo desde hacía un tiempo a él ya no le agradaba esa manera de vivir, su energía se regeneraba cada vez que tenía sexo con alguien y era eso lo que le permitía permanecer en el mundo terrenal después se dio cuenta que el quedarse en el inframundo por largas temporadas tenía el mismo efecto aunque no tenía la misma duración. Los últimos doscientos años estuvo dormido hasta que su hermana Seohyun lo despertó.

Ella y su hermano Heechul fueron quienes explicaron la vida del mundo moderno a Kyuhyun.
Pasó doscientos años sin tener relaciones con ninguna mujer y mucho menos con un hombre, para eso estaba Seo que al igual era una súcubo…y Heechul, al último le daba igual, se enredaba con cualquier cosa que se moviera a pesar de que él no era hijo de Asmodeo poseía un grado enorme de lujuria.

Concentrado en sus pensamientos no se percató que Siwon se había detenido en la esquina de la calle esperando a que el semáforo cambiara de color para poder avanzar y terminó estampándose contra su espalda cayendo al suelo.
Siwon se giró para observar y se sorprendió de verlo ahí. Antes de hacer alguna pregunta extendió su mano para que se levantara.

-¿Te has hecho daño? –Preguntó Siwon mientras buscaba los ojos del otro. Kyuhyun se negó a tomar su mano y se levantó por sí mismo.
-¿Vas a estar caminando así toda la maldita noche? Seguramente no tienes un lugar a dónde ir ¿verdad?
-Pensaba alquilar una habitación en un hotel.
¿Se podía ser más tonto? Cómo podía contar sus planes así como así a un completo desconocido, empezaba a creer que eso de que los ángeles son seres inteligentes era sólo un cuento.
-Ven te llevaré a uno seguro, con la pinta que tienes la gente de aquí puede pensar que eres un chico rico que está perdido. –Comenzaba a odiar esa parte buena de él que ni siquiera sabía que existía.

Siwon comenzó a seguirlo, no conocía su nombre pero le inspiraba confianza y prefería estar con alguien que ya había visto un par de veces ese día que estar solo.

Espera, era la tercera vez que se encontraba con él.

-¿Quién eres? –Siwon se detuvo en seco.
-Pensé que me preguntarías eso hasta que te hubiera secuestrado y dejado sin un centavo. Mi nombre es Kyuhyun y puedes estar tranquilo, no tengo ni la más mínima intención de hacerte daño.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Digamos que soy adivino. Además de una buena persona que no piensa dejar a un tonto como tú tirado a media calle en una ciudad como esta.
Siwon no estaba seguro, debía enojarse o estarle agradecido.

Después de retomar el camino llegaron hasta un hotel que tenía un buen aspecto, entraron y una agradable señora los recibió.

-Buenas noches, una habitación sencilla por favor. –La mujer buscó una de las tarjetas en el mostrador y se la entregó a Kyuhyun. –El joven ocupará la habitación durante una semana, por favor procure que cuente con todo lo necesario. Yo vendré mañana para pagar lo que sea necesario.
Los ojos de Siwon se abrieron lo más que pudo e intento decir algo, pero Kyuhyun no lo dejó.
-Ya has oído, vendré mañana. -Sin decir más Kyuhyun le dio la tarjeta y salió del hotel.



. . .



-¿Seguro que no te cambiaron al nacer? Juraría que pareces más un ángel que demonio. ¿No estarás pensando en meterte con el juguetito de Lucifer o sí? –Heechul apareció a su lado mientras se dirigía a su departamento.
-Tan sólo sentí lastima por él. No sé cuál es el problema.
-Lo sabes, sabes que Lucifer tiene planes y que ese tipo está dentro de ellos, es la primera vez que te portas tan bien con uno de los de arriba.
-Es la primera vez que me encuentro con uno.
-Debes mantener distancia, eres mi hermano pequeño y te quiero, de verdad me preocupas… desde que Lucifer se hizo cargo de ti después de que tu padre te tirara como una basura  has sido su favorito, no dejes que un “blanquito” cambie eso.
-¿Basura eh?
-¡Anda! Sabes que no lo digo de mala gana, pero es la verdad.
-No te creo tu preocupación. ¿Por qué debería confiar en alguien que asesino a su propio padre tan sólo para conseguir un trono en el infierno?
-Porque desde que tú y yo llegamos a vivir como hijos de Lucifer hemos pasado siglos conviviendo como hermanos y el hecho de ser el señor de la soberbia no me quita mis sentimientos. –Kyuhyun lo miró lleno de incredulidad.
-Como sea, no estoy interesado en el ángel…


. . .


Kyuhyun


Era un nombre con un sonido dulce y aunque aún tenía muchas dudas sobre él pensaba darse un tiempo para resolverlas. No imaginó que su estadía en la tierra sería tan interesante.
Sus ojos tenían un lindo color café, su mirada es dulce a pesar de su carácter que intenta ser duro, pero si en realidad fuera alguien así no se habría preocupado por llevarlo a ese lugar. Quizás podrían ser buenos amigos.



. . .




-¿Crees que va a traicionarme?
-No lo sé, insiste en no estar interesado pero sus acciones demuestran lo contrario.
-Quiero que me mantengas informado de todo lo que pase ¿Entendido? –Heechul se inclinó ante él  haciendo una reverencia.
-Así será, Padre.

  

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